viernes, 16 de mayo de 2014

EL RELOJERO DE LA CALLE DE LA SAL

Este relojero es un autómata situado en un carrillón, sobre la fachada de la relojería  de la calle de la Sal. El establecimiento abrió sus puertas por primera vez en 1880 y su relojero nos da la hora mientras sigue con su trabajo intentando que nada se averíe y los relojes que le rodean sigan funcionando.
Da las horas y los cuartos acompañado de típica música madrileña...
 
El relojero está rodeado por varios relojes,  de sol, una mecánico que tiene en sus manos,
otros meramente decorativos, uno de cuco que da las horas y otro de arena.
 
Resulta curioso, que estando tan cerca de la Plaza Mayor, poca gente se fija en él, salvo si coincide con los momentos en que suena la música que indica que son las horas o los cuartos...
Y es que el pobre relojero es tímido y prefiere pasar desapercibido, aunque le halaga que por unos instantes, nos fijemos en su labor...
Así que, por favor, cuando pasemos por la calle de la Sal, detengámonos un momento y contemplemos al relojero, creo que se lo merece, siempre estará allí haga frío o calor, haga sol o llueva, con su trabajo de arrancarnos una sonrisa...
 
 


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