lunes, 17 de junio de 2019

CEESEPE Y SUS VICIOS MODERNOS



Ceesepe…

Corría el año de 1973…

Ceesepe tenía 16 años cuando editó su primera historieta. La protagonizaba el que sería su figura más emblemática y transgresora, un calvo melenudo llamado Slober, en la revista que sería uno de los pocos faros contraculturales de la España de entonces, Star. Las viñetas viajaron en un sobre desde Madrid a Barcelona y allí, su destinatario se encontró con un filón y con uno de sus más notables colaboradores. Ceesepe, que poco después se convertiría en una destacada figura de lo que se conoce como la movida, actúo de puente entre las dos ciudades estableciendo un fundamental vínculo entre el Rastro y Las Ramblas, es decir, entre dos lugares hegemónicos en el nuevo flujo de libertad que surgía en Madrid y Barcelona.

(Extraído de la presentación que Elsa Fernández-Santos hace de la exposición dedicada al dibujante e ilustrador madrileño en La Casa Encendida)


Ceesepe, uno de los iconos de esa movida madrileña que, aunque para algunos no existió, sentó las bases de una modernidad que aún sigue dando que hablar, pero que muchos de sus protagonistas e instigadores se han quedado en el camino…



Aquello de vivir rápido y morir joven ha estado muy (de cuerpo) presente en estos personajes…

Y así se forjan las leyendas y los mitos…


En La Casa Encendida y hasta el mes de septiembre está la exposición: Vicios Modernos. Ceesepe. 1973-1983…

De obligado cumplimiento para todos los viciosos modernos y los modernos viciosos, que de todo hay en la casita…





Ceesepe nos dejó (en paz para él) el pasado año 2018…
Y Madrid se quedó un poco más feo y más triste...
(Yo era uno de esos pecadores que compraba y leía con fruición todo el cómic underground como Star, El Víbora y similares... Moderno de mierda... que se va a hacer, todos tenemos un pasado del que estar orgulloso)



jueves, 6 de junio de 2019

PASAJES DE MADRID (6): DE LOS RELOJEROS

CALLE LA PAZ, 13
Un curioso pasaje comercial que aún queda vivo en Madrid. El situado entre el número 13 de la calle la Paz y el 12 de la calle Carretas, denominado El Pasaje de los Relojeros...
CALLE CARRETAS, 12


Y es que en su interior, prácticamente todo los locales que quedan funcionando son de esos profesionales...
¿Cuánto aguantarán? ¿Cuánto tardarán en seguir la suerte de otros de los que existían en la ciudad?
Ambiente no es que tenga mucho, vida interior bastante...
Y toda esa vida marcada por los tic tac...


Mientras tanto, por si acaso, aquí quedan algunas imágenes para el recuerdo...


Pasajes de Madrid...
De otros tiempos...
Sobreviviendo...
Perviviendo...


martes, 4 de junio de 2019

LLEGÓ LA FERIA DEL LIBRO... Y SE FUE LA CHAMPIONS



De la resaca (en todos los sentidos) de la final de la Champions…


Un poco hartos y saturados de fútbol (inglés por más señas) …

Un poco (o un mucho) cansados de himnos, gente trasegando sin parar desde unos días antes…

Un mucho indignados de la basura, botellas, vasos, y demás recipientes tirados por todos los lados, sin orden ni respeto…

Un mucho asqueados del olor a meados por muchas de las zonas céntricas de nuestra ciudad…

Al final esa final (valga la redundancia) nos ha traído quebraderos de cabeza, muchos tipos insoportables, borrachos, broncas y mala convivencia…

Habrá quién esté encantado, posiblemente los que han hecho negocios, legales y menos legales, cobrando precios desorbitados por cualquier tontería, souvenir, consumición o capricho…

Pero el personal de a pie ha terminado un poco y un mucho hasta las narices (por los olores) y hasta más allá y acá, por el follón continuo a cualquier hora del día y de la noche…
A despejarnos en la Feria del Libro…

Menos mal que tenemos la Feria del Libro, que aunque hayan muchos visitantes, es otra cosa, como más tranquila, en algunos momentos, y mejor para la convivencia, esa de la que Madrid pretende presumir…
LORENZO CAPRILE

ALMUDENA CID

LUIS ALBERTO DE CUENCA Y JOSÉ LUIS GARCI


En resumen, más Feria del Libro y menos Champions, que al final la Champions es para quien la trabaja…

Porque, aunque se anunciaron muchos actos y eventos festivos ¿quién los ha disfrutado?


Empezando por el lio de fechas, que si el 25 de mayo, que si el 31, y al final fue el 30…

Continuando con los conciertos en la Puerta del Sol, una plaza llena de stands de los numerosos patrocinadores, con innumerables vallas por todos los rincones, cortando calles, impidiendo el paso, dirigiendo a las personas como ganado, en un sentido por aquí, en otro por allá, ahora no se puede pasar, ahora sí, no se amontonen, no entren, no salgan, circulen, no circulen…

En definitiva, mucho ruido (literal) y pocas nueces (figuradas)…

Y los madrileños aguantando el tirón…

¡Qué paciencia tenemos!

 Aunque algunas sorpresas merecieron la pena...