El pasado lunes fue desalojado el Hotel Ada Palace, que hace chaflán en la Gran Vía con la calle Marqués de Valdeiglesias y su fachada posterior en la calle de la Reina. Según algunas informaciones la policía judicial escoltó a algunos huéspedes y trabajadores para salir del edificio.
Ayer, miércoles, el edificio seguía totalmente cerrado, aunque seguían llegando clientes, que se quedaban perplejos y sin saber qué hacer. En la discreta puerta situada en la calle Marqués de Valdeiglesias, un folio informando del cierre en español y otro en inglés y con un número de teléfono. Nada más.
Papeles, que como se puede observar están estratégicamente colocados para no hacer fácil su visión.
Si estas personas, las que vi, a las tres de la tarde, eran extranjeras, que han venido a Madrid para disfrutar de unos días y hospedarse en ese establecimiento, algunos con reserva previa, y se encuentran con esto, ¿qué opinión sacarán de la capital? ¿Nadie ha podido avisar a estas personas del cierre? ¿Siguen existiendo reservas y no se aporta una solución? De verdad, ¿nadie es responsable de la mala gestión del asunto?
Esta es la fachada posterior, en la calle de la Reina.
Si entrar en valoraciones ni en la polémica entre los propietarios del edificio y la empresa hotelera que gestiona el establecimiento, la imagen que se ha dado no dice nada favorable para los turistas que vengan a Madrid, creo.
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