martes, 1 de mayo de 2018

INTERNATIONAL JAZZ DAY… PERO MENOS


Resulta que era el día 30 de abril, día declarado por la UNESCO (nada más y nada menos) International Jazz Day, que en español de aquí sería Día Internacional del Jazz…

Y que mejor modo de celebrarlo en Madrid, que escuchando al gran Jorge Pardo en compañía de Javier Colina, Josemi Carmona y Bandolero (otros grandes) en Bogui Jazz…


Allí nos presentamos, a eso de las nueve de la noche dispuestas a dar lustre a ese día 30, pero no contábamos con ese factor x, ese imprevisto que muchas veces surge para truncar los planes más venturosos…

Teníamos esa cita apuntada en la agenda y confirmada por tierra, mar y aire, sin ningún género de dudas, pero nuestro nombre no figuraba en la lista de agraciados con reserva previa…


Por más explicaciones, nombres, señas, mails y demás que dimos el paso se nos hacía infranqueable…

Allí en la puerta del Bogui, junto a nosotros se encontraban los maestros prestos para su cita con la noche, Jorge Pardo, Josemi, Bandolero y fugaz, Javier Colina…



El tiempo transcurría, la gente se amontonaba en la sala y nosotros seguíamos fuera intentando, ya con poco ánimo, entrar aunque fuese un momento para disfrutar de la música del cuarteto…

Llamadas por parte del responsable de las listas a diestro y siniestro, pero nadie respondía…

Ya nos despedíamos cuando el citado barbudo responsable ante nuestra retirada nos dice que pasemos, que ha hablado con el jefe y que se nos permite entrar y colocarnos donde buenamente podamos, eso sí, detrás de las sillas, totalmente ocupadas, aforo completo…




Nos colocamos en un rincón, tras un mar de cabezas y móviles tomando imágenes y, gracias a una pantalla de buen tamaño, podíamos observar las evoluciones de los artistas mientras escuchábamos su música…

De vez en cuando, por algún huequito veíamos a Jorge tocando la flauta o el saxo, a Josemi haciendo hablar a la guitarra, a Javier recorriendo con manos hábiles su contrabajo y a Bandolero dando caña a la batería o percutiendo sobre el cajón, a uno o a otro, nunca a los cuatro al completo, esa era labor de titanes entre tanta gente para un local de reducidas dimensiones…


Pero HUELLAS, el proyecto de Jorge Pardo, sonaba, jazz aflamencado o flamenco jazzístico o música, música, música, en estado puro sin aditivos, en libertad, en realidad, en verdad…

Así que, a pesar de todo, gracias al International Jazz Day por darnos la ocasión y la noche de escuchar al cuarteto, aunque fuese en condiciones un tanto adversas y peculiares…


Quizá otro año tengamos más suerte…

Pero que bonito sonó y soñó el jazz, el flamenco, la noche y la celebración…

Y todo esto ocurrió en un rincón de Madrid, que también sabe de música…
(Os pido vuestra comprensión por la calidad de las imágenes, ni la distancia ni las condiciones eran las más favorables para llevar a cabo nuestra tarea de sacar adelante un bonito reportaje)

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