Resulta que sí, que Madrid es una
ciudad flamenca y por eso te puedes encontrar un día con Niña Pastori, y otro
día con el Niño de Elche…
Así que un día voy a Ámbito Cultural
y allí está la Niña y otro día voy a FNAC y allí está el Niño…
¿Curioso no?
La Pastori presentando su nuevo trabajo
‘Bajo tus alas’ en medio de una algarabía, un griterío, unas palmas y mucha chiquillería,
y todos gritando ¡OLE! Y pidiendo siempre otra más…
El de Elche presentando su nuevo
trabajo (también) ‘Antología del cante flamenco heterodoxo’ en medio de un
silencio cuasi de convento que solo se rompe al final de cada tema con intensos
aplausos y ¡BRAVO!...
Son dos maneras de entender el
flamenco, dos maneras de interpretarlo y una manera se sentirlo, con mucho
respeto…
El de Niña Pastori es espontáneo,
fiestero y (muchas veces) divertido, por parte de ella y de su público.
El de el Niño de Elche es divertido,
informal e irónico (por su parte) y un tanto de postureo por parte de parte de
su público.
Los dos cantaores son ídolos, pese a
quien pese, cada uno también a su manera. Niña alegre, cercana, ligera (si
quiere puede ser profunda). Niño jocoso, serio, tremendo, profundo e
inclasificable (a veces).
Y los dos han estado en esta ciudad,
la que muchos consideran la capital del cante hondo o jondo…
Sobre gustos…
Dos de dos…
¿Cuál prefieres?
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