Atrás quedan sus tertulias literarias, sus chocolates con churros o picatostes...
Atrás queda un trozo de la vida de Madrid...
Sus razones tendrán...
Pero malo es que Madrid se siga quedando sin sus lugares emblemáticos...
Y posiblemente muchos de esos corazones se los lleve el viento...
Mientras tanto ahí se quedan sin latir y con los pulsos perdidos por el cierre del Cafe Comercial...
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