Sin estilo definido, es una obra curiosa de carácter industrial, revistida de ladrillo, con forma circular y su cubierta metálica.
En 1986 el edificio fue restaurado y acondicionado como sala de exposiciones, centrada en el mundo de la fotografía.
Es otro lugar de esta ciudad que merece la pena ser visitado, una pequeña joya que hay que descubrir,
situada en la calle Santa Engracia, 125, en el madrileño distrito de Tetuán.
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